Cómo es el sistema educativo en Suecia y qué puede aprender la Argentina

Si bien hay muchas diferencias entre ambos países, la experiencia educativa sueca puede aportar ideas para ser aplicadas en la Argentina para mejorar al sistema educativo.
En las últimas semanas, la Argentina tuvo un debate poco usual: qué hacer con la educación. El planteo de auditoría y recorte de presupuestos impulsado por el Gobierno nacional para las universidades puso en el centro de la discusión la problemática educativa general, un tema que, normalmente, queda rezagado ante otras necesidades, en apariencia, más urgentes.
Aunque la discusión estuvo más cargada de ideología y chicanas políticas que sobre contenidos, programas y visión a largo plazo, sirvió para que la sociedad, por un momento, dejará de mirar sólo las variables económicas, como el dólar o la inflación, para plantearse cómo debe ser el sistema educativo.
Mientras en la Argentina tiene estos cuestionamientos básicos, otros países han logrado estar a la vanguardia en materia educativa.
Por este motivo, es bueno analizar las características del sistema que aplican en este campo las naciones que muestran resultados positivos.
Un ejemplo es el caso de Suecia que ocupó el lugar 19 en las Pruebas PISA del 2023, mientras que la Argentina se ubica en 66 de 81 países evaluados.TE PODRÍA INTERESAR
Natalia Jasin, Directora General de Bounty EdTech, una empresa que desarrolla proyectos de educación y tecnología vinculando al sector público y privado, participó hace un par de semanas, en Estocolmo, del SETT, uno de los principales congresos que se realizan en los países nórdicos sobre el tema educativo.
El informe que definió las características que presenta el sistema educativo sueco:
- Gratuidad. La mayor parte de los centros escolares son financiados con recaudación municipal, y más de un 40% del presupuesto municipal se destina a educación.
- Obligatoriedad. En Suecia la educación es obligatoria desde los 6 años hasta la finalización de la educación básica (16 años). El Bachillerato también es gratuito, pero es opcional. Para acceder a éste, los estudiantes tienen que rendir un examen cuyo resultado les permitirá elegir entre diferentes propuestas pedagógicas o de formación profesional.
- Descentralización. Cada escuela define, basándose en el currículum oficial, cómo impulsar proyectos de innovación pedagógica y tecnológica. Cada escuela puede elegir qué dispositivos comprar en función de su propuesta educativa y proyecto institucional.
- Reconocimiento del rol docente y propuestas pedagógicas centradas en el estudiante. El modelo de enseñanza es muy personalizado y está centrado en las necesidades de los estudiantes. Una vez por semestre, el profesor, el alumno y el tutor tienen una reunión de evaluación, en la que conversan sobre la mejor forma de ayudarlo a progresar. También ponen énfasis en impulsar propuestas lúdicas y en la construcción de aulas multisensoriales para acceder al conocimiento de diversas maneras.
- Inclusión y diversidad. Las escuelas tienen la responsabilidad de integrar a inmigrantes para asegurar la posibilidad de que estos logren crear un futuro en Suecia. Por ejemplo, ofrecen a los recién llegados la posibilidad de recibir enseñanza en su lengua materna.
"Estas cinco dimensiones son sólo un recorte que nos permite comprender cómo es la educación en el país. El foco de su propuesta no es la innovación tecnológica, sino una cultura centrada en la creación de un ecosistema basado en la institucionalidad y el reconocimiento del aporte de cada uno de los actores del sistema educativo", señaló la especialista.
De esa radiografía – donde el foco no está puesto en los tecnológico – se desprende que, si bien la cuestión económica es importante, hay políticas y programas que se pueden aplicar para mejorar la calidad educativa que no requieren mayores erogaciones sino que están vinculadas a la organización.
"Sabemos que nuestra región enfrenta grandes desafíos vinculados a las desigualdades socioeconómicas, a las trayectorias educativas de sus estudiantes y también en materia de oportunidades laborales para su desarrollo personal y profesional. Es importante conocer de cerca cómo funcionan otros sistemas educativos, no para copiarlos tal cual, sino para entender qué otros aspectos podemos seguir trabajando para transformar la educación tomando lo mejor de cada uno de ellos" explica Jasin.
En ese sentido, definió algunos puntos que pueden servir para una mejor educación:
- Revalorizar el rol docente. No se trata sólo de mejorar los salarios, aunque es fundamental, sino que los educadores tengan la posibilidad de definir criterios para impulsar procesos de innovación y adquisición de tecnología, según la población y el contexto en el que enseñan. Con una mirada práctica y a largo plazo.
- Promover proyectos institucionales contextualizados. El grado de autonomía de las escuelas varía en cada país de la región. Para que la descentralización sea posible, es fundamental trabajar en marcos de acción y en la definición de objetivos comunes. De este modo, las escuelas pueden orientar sus proyectos institucionales y procesos de mejora con cierta autonomía, pero teniendo un horizonte al cual apuntar.
- La urgencia del largo plazo. Los cambios constantes en la política educativa y económica de la región dificultan pensar más allá de los problemas del presente. Ya sea que estemos impulsando la compra de equipamiento tecnológico, como implementando un nuevo método de enseñanza, tenemos que planificar una inversión a mediano plazo que nos permita sostener procesos de cambio en el tiempo.
- Articulación multisectorial. Cada uno de los actores del ecosistema educativo puede aportar a la mejora de la educación. Empresas, organizaciones de la sociedad civil, Estados, comunidad de educadores, estudiantes y familias. Para poder tomar decisiones acertadas es fundamental tener en cuenta las visiones de todos estos actores para que la planificación que se haga pueda sostenerse en el tiempo.
"El avance de las tecnologías y soluciones digitales es cada vez más acelerado. Teniendo en cuenta que la capacidad de inversión en los Estados de la región es limitada, resulta fundamental contar con una planificación que nos brinde un camino claro para alcanzar los objetivos que nos propongamos. Establecer metas de corto, mediano y largo plazo, aprender de las buenas prácticas en otros lugares del mundo, generar dispositivos de acción acorde a cada contexto, mejorar la personalización con equipos multidisciplinares, sostener y apoyar la función docente como eje vertebrador con la misión de seguir construyendo escenarios sin perder nunca de vista que es la educación el único motor para el ascenso social, la mejora de oportunidades para la vida y para el desarrollo económico de los países y la región", concluyó.